En 1643, un vendedor llamado Claude Trudon llegó a París. Pronto se convirtió en el propietario de una tienda en Saint-Honoré. Aparte de comestibles, la tienda también proveía a sus clientes de cera y velas. Las velas se envolvían a mano y se elaboraban siguiendo un proceso de manufactura especial. La Maison Trudon pronto se convirtió en la proveedora de la corte de Louis XIV. En 1762, el ingeniero Duhamel de Monceau elogiaba enconadamente en la Enciclopedia las habilidades de los Trudons calificando de ejemplar su tratamiento.
Ahora, Cire Trudon la más antigua y prestigiosa fábrica de velas del mundo, acaba de presentar Calabre la última vela perfumada en edición limitada
“En las costas de Calabria, los aromas de regaliz envuelven las riberas y vuelan hacia África. Mezcladas en el viento, de ricos aromas de mirra e incienso, silvan las melodías de un cántico mediterráneo“. Así se presenta esta creación.
La vela Calabre está fabricada con cera vegetal, y se presenta en un vaso gris ahumado, fabricado de manera artesanal en Vinci, Italia.
Actualmente esta casa distribuye velas por todo el mundo.
